Normalmente en Centroeuropa se cultiva el bosque mixto que es capaz de dar refugio
frente a las inclemencias del tiempo tanto a las personas como a los animales
durante todo el año. En efecto este tipo de bosque da sombra en verano y
permite que crezcan diferentes tipos de madera. La madera es un material
vivo y por lo tanto una materia prima natural. Sus posibilidades de empleo
son muy variadas, su vida útil muy larga y sus costes son comparativamente
bajos. Por último la madera presenta un convincente balance ecológico.
Desde tiempos inmemoriales la madera ha sido el material ideal para que las
personas acomoden su entorno. Con ella no sólo se fabrican y elaboran
herramientas, sino también muebles, juguetes o bisutería. La madera
no sólo nos suministra calor en su combustión, sino también protección
y un hábitat interior agradable como material de construcción de edificios.
Pero además es un elemento indispensable en la elaboración de muchos
productos en los que a simple vista parece no estar presente, como
el papel o la viscosa.
La madera, en fin, no sólo ha mantenido su sitio en nuestro mundo
cada vez más industrializado, sino que ha ampliado el abanico de
sus posibles empleos.